jueves, 6 de octubre de 2011
De hormonas y diosas… ¡antiguas y modernas!
Mis amigas las hormonas se pasean por nuestro organismo de forma cíclica y ordenada, a menudo siguiendo los dictados de la luna que rige el movimiento de las mareas externas e internas de los individuos. Su luz afecta a todos los habitantes del planeta. Las mareas femeninas -tanto las físicas -menstruación- como las emocionales -lágrimas-, son por tanto una manifestación 100% natural.
Fase luteal del ciclo: (Tras la ovulación y hasta la siguiente regla, 14 días más o menos)
Tiempo para evaluar, editar y perfeccionar lo creado en la otra mitad del ciclo o fase folicular (pre-ovulación y ovulación)
1) Pre-menstruación
La mentalidad analítica y la herencia cultural de miles de años de patriarcado ha hecho de esta fase del ciclo la menos aceptada y popular, hasta el punto de que el término pre-menstrual se ha venido usando como insulto y burla. En realidad, la progesterona en nuestro cuerpo está en lo más alto y eso hace que se produzcan precipitaciones de lágrimas. El cuerpo físico se prepara para deshacerse de algo en lo que lleva trabajando unos 14 días, y ese adiós conlleva una actitud reflexiva, una necesidad de mirar hacía el interior. La sensibilidad a flor de piel y el cansancio puede llevarnos a expresar nuestra furia a la menor oportunidad.
Lo extraordinario de esta fase del ciclo es la capacidad de orden, análisis, limpieza que nos brinda, preparamos el camino para morir, desechar porque sabemos que tras la menstruación, la vida empieza una vez más. Abandonamos lo inservible, para abrir paso a lo nuevo. La mujer en esta fase se merece más respeto que burla. Su boca dice muchas verdades, aunque no siempre nos agrade escucharlas.
2)Menstruación:
Desde el Antiguo Testamento (– Levítico 15-19: Y cuando la mujer tuviere flujo de sangre, y su flujo fuere en su carne, siete días estará apartada; y cualquiera que tocare en ella, será inmundo hasta la tarde-.) se nos pinta la regla como algo inmundo, así que las grandes multinacionales de hoy en día, muy devotas ellas, se encargan de mantener el tabú intacto, perfecto para repartir sus dividendos.
La menstruación es tan negativa que hay que ocultarla: llevar tampones para que “no se note“, alterar nuestro ciclo sangrando artíficialmente con la píldora, usar drogas como Sesonale que reduce la regla 4 veces al año… ¿Pero por qué tanto interés en privarnos de nuestra feminidad? Tabú significa sagrado, todo lo contrario del sentido actual. En la antigüedad se honraba y respetaba a las mujeres durante esos días ya que podían transmitir información de la divinidad lo cual era muy útil para su tribu.
De hecho el origen de los calendarios actuales y la misma palabra “mes” proviene de “menses”, menstruación, ya que la luna crece y disminuye a lo largo de 29 días. El día de descanso, de fiesta era el “sabbat” cuando la diosa descansaba por la menstruación. Conviene pues no perder la perspectiva histórica y dar gracias a las diosas de la antigüedad ¡por los modernos fines de semana!!!
Es cierto que no vivimos en tribus y que las molestias durante la menstruación existen, pero con frecuencia reflejan una alimentación inadecuada y falta de respeto al ritmo natural del cuerpo. Muchos síntomas pre-menstruales y menstruales, se ven aliviados si reducimos actividades, descansamos, meditamos… Nuestra cultura y sociedad actual no valora ni apoya dicha necesidad biológica, sin embargo, muchas mujeres son conscientes e intentan respetar la sabiduría de su cuerpo en la medida que su actividad diaria se lo permite. El ser conscientes de ello, es ya un primer e importante paso hacia el objetivo. Además el uso de productos naturales para la menstruación nos acerca más a nuestra propia naturaleza.
Disosas como Kali, Hekate, y Hel asociadas con esta etapa y la oscuridad de una noche sin luna, acompañaban a los enfermos terminales, encarnaban la compasión, la sabiduría, el conocimiento secreto. Representaban el ciclo interminable de la muerte y la reencarnación. Hoy en día nos queda el símbolo de la lechuza y sus ojos grandes y tranquilos que ven en la oscuridad y nos iluminan con su sabiduría.
Hace milenios, la primera sangre de una niña-mujer tenía poderes curativos y no podía desperdiciarse, era un crimen. Hoy en día se visita al ginecólogo para buscar anticonceptivos. Sin embargo, podemos crear una visión: las niñas del futuro aprenden de sus madres/abuelas/tías el verdadero sentido de su feminidad, a sentirse orgullosas de ser mujer… En Australia Jane Bennett lleva realizando este trabajo 30 años y esperamos organzar talleres con ella en España en el 2012.
Fase Folicular del ciclo: (Tras la menstruación y hasta la ovulación, 14 días más o menos)
La primera mitad del ciclo es un buen momento para iniciar proyectos, planear cosas nuevas, conectar con gente, crear y ¡¡recoger cosecha!!…
1) Pre-ovulación:
Nuestra sociedad nos acepta más ahora ya que las hormonas nos hacen más positivas, alegres y al servicio de los demás. La actividad hormonal empieza en el cerebro donde la glándula pituitaria segrega HL (hormona luteinizante) y FSH (hormona estimuladora el folículo) y juntas provocarán la ovulación en pocos días.
Tras la expulsión del endometrio en la menstruación, nuestro organismo se prepara para la creación de una nueva vida. Biológicamente creamos un nuevo nido para el óvulo que espera ser fertilizado.
Es la primavera del ciclo en la que plantamos semillas de proyectos, planes y asuntos que queremos ver realizados pronto. Un buen momento para iniciar pues las energías naturales están de nuestro lado.
2) Ovulación:
Todo el trabajo en equipo de nuestras amigas las hormonas, incluyendo el estrógeno que ayuda a madurar el óvulo, concluye cuando el óvulo se desplaza por las trompas de Falopio hasta el útero. El 50% de un nuevo ser vivo está listo para recibir al otro 50%. Nos preparamos con ilusión para recoger el fruto del trabajo realizado. Es el verano del ciclo en el que literalmente MATERIALIZAMOS nuestros planes. Nuestra alma (representada por las glándulas del centro de nuestro cerebro) nos lleva a crear en el plano físico, engendrar una nueva vida.
(Fuente: Noticias Positivas • 26/9/11 • En la Categoría Opinión por Dolores Rubio-Turtle)
La naturaleza es muy sabia, si prestamos un poco más de atención a nuestro organismo comprenderemos lo que nos está diciendo y estaremos en condiciones de responder de un modo más integral. Cada etapa tiene unas energías muy específicas y útiles, usémosla en nuestro beneficio. Imaginen las consecuencias positivas de esta comunicación con nosotras mismas, seriamos coherentes con nuestra esencia y podríamos aplicara esto en otros campos como el laboral, social y personal.
En lugar de descalificarnos podrían prestar atención y escuchar el mensaje que tenemos que decir. Esta es la propuesta: Aprende a escuchar tu naturaleza, tus estados de ánimo, aprende a valorar lo que sientes y a potenciar tus pensamientos positivos. Amate!
Lic en Psicología Ana Suvire
(Trabaja en Casa Yantra, 4236821)
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