No sólo la reutilización, el reciclado y el uso de materiales orgánicos hacen al diseño sustentable. Las prácticas sociales y de producción responsables comienzan a tener cada vez más peso en los emprendimientos, pues la conciencia colectiva del mercado así las demanda.
Una de las jóvenes marcas, de apenas un año, que ha integrado a su identidad estos conceptos y además lanza un mensaje del cuidado del medio ambiente, es Liebre Indumentaria, que con sus remeras ha demostrado que es posible producir un negocio ético.
Este grupo de emprendedores se ha puesto como objetivo transparentar su proceso de producción para que muchos puedan replicarlo y por ello se han unido al Programa de Certificación Voluntaria de Compromiso Social Compartido, coordinado por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), que establece las pautas para hacer las tareas de corte, confección y planchado de cada prenda, y así también la búsqueda de proveedores. Se trata de una certificación pensada exclusivamente para que la industria textil deje de tener condiciones de trabajo que muchas veces son vergonzosas. De esta manera, tanto la institución estatal como la empresa se comprometen a mejorar las condiciones de trabajo de quienes participan en su fabricación.
Esta acción se complementa con un packaging realizado con papel reciclado, para eliminar las bolsas de plástico. Todas las remeras llevan en el frente estampados con mensajes que difunden el respeto por el medio ambiente y la naturaleza.
Los diseñadores de Liebre Indumentaria quieren ir por más y por eso ya están investigando para incorporar algodón orgánico y tintas no contaminantes a sus prendas.
Fuentes: http://libreliebre.blogspot.com
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