viernes, 23 de diciembre de 2011

Cuento de Navidad

Un Viaje Increible



Había una vez un ratón llamado Carlos que vivía en la punta de un cerro. Trabajaba día y noche para limpiar el polvo a una bota que, años atrás, le había regalado su amigo Michel.

Todas las Navidades utilizaba esa bota para adornar su casa. Uno de esos años, cuando faltaban muy pocos días para la llegada de la Navidad, golpearon su puerta.
Michel llegó tremendamente cansado y Carlos le invitó a que se sentara a descansar.

Era su amigo, el viejecito Michel, que venía desde el pueblo para invitarle a pasar las fiestas navideñas con él y su familia porque pensó que su amigo, allá arriba, se iba a sentir muy solo.

Normalmente se tardaban nueve días en subir caminando desde el pueblo hasta la punta del cerro, pero Michel, debido a lo resbaladizo que estaba el pasto, había tardado el doble.

Sólo faltaban tres días para Navidad y Michel estaba muy triste porque sabía que no le iba a dar tiempo a bajar el cerro de nuevo junto a Carlos y celebrar las fiestas en familia.Carlos, preocupado por su amigo, estuvo dándole muchas vueltas a la cabeza pensando en cómo podía ayudar a su amigo. Finalmente el ratoncito Carlos planeó ¡un viaje increíble! A la mañana siguiente amanecieron muy temprano y salieron a recorre el cerro en búsqueda de madera. Juntaron troncos inmensos de madera vieja y comenzarón a armar un hermoso trineo. De todos lados llegaron animales para ayudarlos en la construcción, entretanto Michel repetía una y otra vez "Gracias! Gracias amigos."

Cuando todo estuvo listo Carlos y Miguel subieron al trineo, se agarraron bien fuerte y mientras todos empujaban y se escuchaba bellas canciones de amor y paz. Y así fue como, con voluntad y amistad, los amigos celebraron juntos la Navidad.

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