Cuando logras integrar las partes de tu organismo (cuerpo, mente, emoción y espíritu) desaparece el temor, la separatividad, la dualidad, y surge la aceptación, la armonía, la paz interior y la unidad del ser.
Cuando ya no se teme al sí mismo no se teme a nada, surge la confianza en el libre flujo de la vida que te transporta de un lado a otro para ser parte del todo cada momento de cada día... El vacío se transforma en un campo libre, fértil y listo para sembrar.
Cuando no se teme al cuerpo, cuando se entiende que no actua solo, se llena de luz, la sanación lo alcanza y se puede aprender. Se comprende que al igual que este planeta es nuestra mejor escuela, es el medio por el cual podemos experienciar la vida, disfrutar, evolucionar.
Cuando no se teme a la mente, cuando es entiende que podemos construirla momento a momento surge la claridad y se transforma en una valiosa herramienta. Cuando entiendes que lo que piensas es lo que eres y lo que creas en tu realidad ya no hay posibilidad de volver a lo mismo. "Todo lo que Crees lo Creas"
Cuando no se teme a las emociones, cuando se entiende que son una danza de vivos colores todo aparece con sonido y te sientes vivo. Se comprende así que están para cuidarnos, que son una señal de alarma que nos muestra cuando algo anda mal y hacen una fiesta cuando lo que sucede es correcto, auténtico.
Cuando no temes a tu espíritu y entiendes que llegar a él es una entrada sin cerrojos tu ser entero goza y descubres el verdadero amor.
Cuando te entregas a tu cuerpo, desaparecen los límites;
cuando te entregas a tu mente, desaparece lo imposible;
cuando te entregas a tus emociones, desaparece el conflicto;
cuando te entregas a tu espíritu aparece tu alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario