jueves, 6 de junio de 2013

Me despido del temor


Cuando logras integrar las partes de tu organismo (cuerpo, mente, emoción y espíritu) desaparece el temor, la separatividad, la dualidad, y surge la aceptación, la armonía, la paz interior y la unidad del ser.

Cuando ya no se teme al sí mismo  no se teme a nada, surge la confianza en el libre flujo de la vida que te transporta de un lado a otro para ser parte del todo cada momento de cada día... El vacío se transforma en  un campo libre, fértil  y listo para sembrar.

Cuando no se teme al cuerpo, cuando se entiende que no actua solo, se llena de luz, la sanación lo alcanza y se puede aprender. Se comprende que al igual que este planeta es nuestra mejor escuela, es el medio por el cual podemos experienciar la vida, disfrutar, evolucionar.

Cuando  no se teme a la mente, cuando es entiende que podemos construirla momento a momento surge la claridad y se transforma en una valiosa herramienta. Cuando entiendes que lo que piensas es lo que eres y lo que creas en tu realidad ya no hay posibilidad de volver a lo mismo. "Todo lo que Crees lo Creas"

Cuando no se teme a las emociones, cuando se entiende que son una danza de vivos colores todo aparece con sonido y te sientes vivo. Se comprende así que están para cuidarnos, que son una señal de alarma que nos muestra cuando algo anda mal y hacen una fiesta cuando lo que sucede es correcto, auténtico.

Cuando no temes a tu espíritu y entiendes que llegar a él es una entrada sin cerrojos tu ser entero goza y descubres el verdadero amor.


Cuando te entregas a tu cuerpo, desaparecen los límites;
cuando te entregas a tu mente, desaparece lo imposible;
cuando te entregas a tus emociones, desaparece el conflicto;
cuando te entregas a  tu espíritu aparece tu alma. 


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