Reiki canaliza la energía que nos rodea para sanar a nivel físico, emocional y mental. Es una técnica sumamente eficaz para tratar el dolor, tanto crónico como puntual. Se utiliza en hospitales en EE.UU., Francia e Inglaterra como tratamiento complementario en Unidades Oncológicas para reducir molestias causadas por el cáncer y los efectos segundarios de su tratamiento y en Unidades Geriátricas para calmar los dolores causados por artritis, reumatismos, etc.
Reiki trabaja de forma independiente de las creencias del paciente y su capacidad de tratar su propio dolor.
El propósito principal de Reiki es sanar, para que el paciente se sienta bien. Muchos lo llaman "Energía Inteligente" porque actúa de forma automática donde más se necesita.
Durante una sesión, las manos del practicante se posan ligeramente sobre la zona a tratar. El paciente suele sentir un alivio gradual, seguido por un estado de profunda relajación. A largo plazo, después de varias sesiones, el paciente suele notar que este alivio es cada vez más prolongado.
Reiki equilibra el cuerpo, eliminando bloqueos energéticos. De esta manera, el mismo cuerpo trabaja activamente para eliminar el dolor.
Tipos de dolor
Dolores puntuales: como esguinces, de cabeza, de crecimiento, oído, etc. suelen ser bastante fáciles de tratar con Reiki, visto que suele trabajar la causa y no sólo el síntoma en sí.
En casos de dolores musculares: de espalda o lumbar, cabeza etc. un tratamiento de 4 sesiones suele ser suficiente para hacerlo desaparecer por completo. Si la causa es una enfermedad importante, el Practicante de Reiki te aconsejará que busques ayuda médica profesional.
Dolores crónicos: suelen necesitar sesiones periódicas una o dos veces al mes de modo paliativo. Si la causas es una enfermedad crónica, Reiki trabajará sobre esa enfermedad también.
Dolores oncológicos: Reiki es muy eficaz como complemento en tratamientos de quimioterapia y radiación. Aumenta las defensas del paciente y ayuda a soportar los efectos secundarios de los tratamientos. Para tratar el cáncer en sí, Reiki alivia las molestias causadas tanto por el tumor cómo los efectos que ese tumor tiene en el resto del organismo.
Resumen:
Reiki sirve como tratamiento complementario para aliviar dolores causados por los efectos secundarios de tratamientos convencionales, por eso su empleo en hospitales y clínicas.
Reiki trabaja sobre la causa y el dolor en sí, permitiendo un alivio inmediato al mismo tiempo que sana su origen.
Reiki trabaja de forma independiente de las creencias del paciente y su capacidad de tratar su propio dolor. Cuando recibes Reiki, no necesitas hacer nada, ¡Reiki lo hace todo!
Fuentes: http://www.sanacionysalud.com
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