Esta hermandad hacia la que vamos dirigiéndonos como humanidad está sostenida por miles de personas en el planeta que forman el grupo de los "Pacifistas unificadores". Es un gran desafío para los trabajadores por la Paz y es necesario continuar la tarea, meditando grupal e individualmente por la paz planetaria. Las meditaciones grupales generan una potenciación de la energía y del propósito. Se están realizando en todas partes del mundo por personas de diferentes religiones y creencias, lo cual aumenta su sentido ecuménico y englobador. Es tiempo de aceptarnos en las diferencias desarrollando la TOLERANCIA y la COMPASIÓN. Con estos ingredientes podremos alcanzar la paz tan anhelada por muchos (hasta por quienes promueven la guerra).
El Ángel de la Paz nos trae las cualidades necesarias para que podamos ser agentes portadores de la Paz. Recibámoslas para poderlas infundir primero en nosotros mismos. Una vez que la paz se instaure dentro de nosotros nos convertiremos en estandartes de la paz y la iremos irradiando con nuestra sola presencia, sin necesidad de emitir palabra alguna. La Paz se hará en nosotros y en quienes estén a nuestro lado.
La paz es una energía muy poderosa, emanadora de una gran fuerza. Con sólo pensar en ella ya la estás atrayendo a tu momento presente. Un símbolo tradicional de esta poderosa fuerza son las palomas blancas que siempre acompañan en vuelo a este ángel.
El azul es un color que emana bondad y produce relajación en nuestros centros nerviosos. Cada vez que meditemos por la paz podemos evocar este color junto con la presencia de este mensajero celestial. En ese momento podemos envolver en ese mismo color a todas las personas a las que queremos enviarles paz. Luego podemos imaginar que envolvemos a todo el planeta en ese mismo color azul, y a miles de Ángeles de la Paz rodeándolo en alegre danza mientras derraman sobre el planeta su energía poderosa de Paz. De esta manera te estás convirtiendo en trabajador activo por la Paz planetaria.
¿Como hacerlo?
Para recibir esta sintonización busca un lugar donde haya tranquilidad y nadie te pueda molestar por un tiempo aproximado de treinta minutos. Encuentra una posición cómoda que te permita concentrarte para entrar en meditación y comienza a relajarte respirando profunda y pausadamente varias veces. Cuando sientas el momento indicado decreta lo siguiente:
“Yo (tu nombre) en comunión con mi Yo superior afirmo que acepto recibir la sintonización Ángel de la Paz impartida por (....Yantra....) para el mayor bien de toda la humanidad”.
Para pasar la sintonización a otra persona el procedimiento es el mismo sólo que en el decreto debe figurar que ahora tú serás quien imparta la energía.
A medida que recibas su energía inhala el color azulado y siéntelo correr dentro de ti. Una profunda sensación de bienestar y tranquilidad inundará tu alma. Déjate estar en ella. Luego ve por el mundo a irradiarla.
Luego de terminada la sintonización agradece al ángel por la maravillosa entrega de energía.
¡Suerte y bendiciones!
A medida que recibas su energía inhala el color azulado y siéntelo correr dentro de ti. Una profunda sensación de bienestar y tranquilidad inundará tu alma. Déjate estar en ella. Luego ve por el mundo a irradiarla.
Luego de terminada la sintonización agradece al ángel por la maravillosa entrega de energía.
¡Suerte y bendiciones!
Fuente Graciela Iriondo.